La grapa: punto de trámite

El encuentro de la grapa con el papel y el color, elementos que pertenecen tanto al arte como a la burocracia, produce un lenguaje visual que nace a partir de ese choque entre códigos generalmente asociados a un ambiente de oficina junto a los ya asociados con la obra de Patricia Van Dalen. Se pensaría que el arte es lo opuesto a la burocracia, quizás la liberación de la misma, pero ¿qué ocurre cuando un objeto tan mínimo como una grapa se encarga de conectar un elemento abstracto –el seguimiento de leyes, reglas o simples instrucciones– con uno estético, como los engrapados (collages superpuestos con grapas y no con pegamento)?

Las obras de este cuerpo de trabajo, “Postcards: Au bord de la Seine”, presentan el dilema de una grapa ubicada en un nuevo entorno, para ser a partir de éste, y así crear una nueva realidad. Justo como ocurre con toda persona al nacer: se vuelve un extranjero al dejar a la madre; aquí, la madre patria y, con frecuencia, la lengua madre. Como ocurre con el artista y su obra, cuando asimila, digiere, a través de un lenguaje propio, esa deconstrucción de su identidad.

En este sentido, la grapa es la materialización de ese nuevo orden, consecuencia de la ley social y la creación. Van Dalen manifiesta –se manifiesta– a través de ese proceso de transformación y reubicación de la grapa como inmigrante, pieza que, en un comienzo, puede parecer fuera de lugar, pero que después de adaptarse a ese nuevo código termina por apropiarse hasta pertenecer orgánicamente al nuevo espacio.

Los colores vivos y enérgicos de esta serie hacen alusión directa al momento en que fue creada. Se trata de una paleta que corresponde a los colores de la vegetación del verano al borde del río Sena, produciendo lo que podría parecer una paradoja entre lo alegre de los colores y lo inquietante de un elemento delgado, punzante y gris, clavado (y a la vez uniendo) en trozos de papel pintado.

No es casualidad que Van Dalen haya escogido como montaje temporal para estas piezas las carpetas ordinarias de oficina, sujetadas a la pared con clips metálicos, para reforzar simbólicamente el proceso administrativo por el cual tiene que pasar todo inmigrante al desplazarse desde su país de origen hacia otro territorio.

 

Raquel Abend van Dalen, 2016

Traducción al inglés por Ricardo Abend van Dalen en este link

 

 

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